CARLOS ÁLVARO ROLDÁN. Corresponsal| MUNDO|8.12.2007

BERLÍN.- La llamada iglesia de la Cienciología, que no cesa de ganar acólitos entre las estrellas de Hollywood, es «inconstitucional». Al menos en Alemania. Así lo decidieron ayer los 16 ministros regionales del Interior y el titular federal, Wolfgang Schäuble, tras un encuentro en Berlín.

«No es una organización compatible con la Constitución», señalaron los responsables de la seguridad alemana. Se abre así el camino hacia una posible prohibición judicial en todo el país, al tiempo que en España fueron reconocidos como comunidad religiosa apenas hace una semana.

Los cienciólogos ya se encontraban en el punto de mira del Gobierno alemán, que si bien los acepta legalmente como «organización», suele referirse a ellos como «secta». Desde enero, cuentan en el centro de Berlín con una sede de seis pisos y unos 4.000 metros cuadrados, destinados todos ellos a los cerca de 30.000 miembros con los que cuentan.

Desde ayer mismo, los servicios de Inteligencia elaboran por orden de sus ministros un exhaustivo informe de la Iglesia de la Cienciología en Alemania.

A partir de él, los distintos gobiernos decidirán si este grupo es prohibido o no. La nueva iniciativa ha partido del senador experto en Interior Udo Nagel, de Hamburgo.

Para Nagel se trataría de una especie de «psico-ideología», cuyo objetivo es «la total eliminación de las particularidades del individuo».

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«Filosofía religiosa»

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Esta «comunidad religiosa», según las leyes españolas, se define a sí misma como «filosofía religiosa aplicada».

Para muchos expertos no es sino una máquina de hacer dinero gracias al control «de la psicología de la persona para ejercer absoluto control sobre ella y la persecución de sus críticos mediante la difamación y persistentes demandas legales», según afirma Ursula Caberta, autora de El libro negro de la Cienciología.

Además de España, EEUU, Suecia, Australia y Venezuela han aceptado la Cienciología como religión. En Alemania y Bélgica es investigada y en Francia se la llama «secta». En Madrid, esta iglesia tiene una sede para sus 7.000 seguidores a 200 metros del Congreso.

Sabine Weber, portavoz de la organización en Alemania, aludía a la expansión de su iglesia en América y Europa para calificar la decisión de los ministros de «incomprensible». «No irá adelante», aseguró Weber al semanario Der Spiegel. «Los servicios de Inteligencia ya hace tiempo que nos vigilan y las pruebas hasta el momento siempre nos han favorecido», añadió.