Diario del Vallés, 15.02.2008

El procedimiento es sencillo: tú das 10.000€  para entrar en una célula de personas en las que tras un proceso algo más complicado, saldrás con 80.000 €. Parece una estafa, pero los que participan en ella lo niegan. Se la conoce como ‘las células de la abundancia’, aunque reciben otros apelativos como las células de colores, células de gratitud, bolas de colores, bolas solidarias, círculo de la prosperidad o rueda de la amistad.

El porqué de estos nombres se debe a su intrincada estructura, basada en un círculo simbólico, la célula o bola, en la que uno entra aportando esos citados 10.000€  (aunque también existen células de 1.000€) . Cuando ese alguien consigue que otras dos personas entren
en la célula aportando sus respectivos 10.000€, cambia de color y posición dentro de la bola. Cada uno de esos dos nuevos ‘socios’ hará lo propio, introduciendo, pues, cuatro nuevas personas a la célula, con lo que el primero se moverá de nuevo de color y posición. Así hasta 
llegar al ‘centro’ de la célula, es decir: cuando ya hay ocho personas, se le dan los 80.000€ a la primera persona, con lo que recupera 70.000€ limpios.

Mientras que el resto se dividirán en dos nuevas células (de ahí su nombre) y deberán seguir haciendo entrar gente en el círculo para que llegue un día en que ellos también lleguen al centro y reciban esos 80.000€. En teoría es un método solidario y fraternal de ganar dinero basándose en la colaboración entre iguales y sin participar en el sistema bancario, utilizando un método que tildan de anticapitalista. En la práctica, muchos opinan que es una estafa en toda regla con el único fin de enriquecerse a costa de otros y evadir impuestos.

Surgida en Francia a mediados de 2006 (si bien hay precedentes parecidos en los años 90 en Estados Unidos y en Irlanda a principios de esta década), este tipo de timo piramidal se introdujo en España hace apenas unos meses,  a finales del año pasado. Y la encargada de fundar la primera célula de la abundancia en España es de aquí de Granollers . Se llama Montserrat Gascón y tiene una consulta paramédica donde practica lo que ella tilda de ‘Osteopatía bioenergética celular».

Su actividad como «sanadora alternativa» era conocida, pero no así su condición de introductora en el país de esta nueva estafa piramidal.  Hecho éste que se destapó cuando concedió una entrevista al diario chileno El Día en la que hablaba de ello. Y es que tras introducir el uso de este método en Catalunya, en apenas estos tres meses Gascón ya ha conseguido expandir también las células hasta el país sudamericano. Claro que naturalmente no es la única persona que ha iniciado células en España: en cuanto se corrió la voz de este método fueron muchos los que iniciaron estos círculos por su cuenta, si bien Gascón lo trajo aquí tras asistir a reuniones en países donde ya se practicaba, como en Suiza.

El Centro de Atención e Investigación de Socioadicciones ya está sobre la pista de la actividad de esta organización, después de que fuera alertado por la familia de una de las personas que pusieron su dinero en ella. Pero los responsables del invento mantienen que todo eso son acusaciones falsas, escudándose en el hecho de que “a nadie se le obliga a entrar: la donación es voluntaria”. Por lo que a efectos legales, quedan con las manos limpias.

Pero no a efectos fiscales: por ello los Mossos d’Esquadra ya están sobre la pista de estas células para determinar hasta qué punto esta actividad ‘voluntaria’ no supone un delito contra la Hacienda Pública por evasión de impuestos. Y todo ello sin contar con el hecho de que, por lógica, tan sólo unos cuantos podrán llegar a cobrar esos 80.000€ ya que, multiplicando exponencialmente los miembros por ocho, llegaría inevitablemente un momento en el que para que todos los que hubieran invertido 10.000€ cobraran, debería haber el doble de la población mundial metida en esas células. Por lo que entonces sí que ya entramos en el terreno de la estafa. Y sin contar tampoco con el hecho de que, para captar nuevos ‘inversores’, se utiliza el lenguaje y los métodos de captación de las sectas, vistiendo todo este proceso de enriquecimiento fraudulento en una especie de proceso de crecimiento personal basado en la confianza, el amor y la amistad y opuesto al materialismo feroz del capitalismo y los bancos. Afirmando además que este proceso de crecimiento sirve para perder miedos y desconfianzas y ganar ilusión por la vida.

Gascón responde

Por ello preguntada sobre estas acusaciones, Gascón niega que sean ciertas. Según ella se está “confundiendo lo que realmente son las células: lo que apareció en el diario chileno está manipulado”, afirma. Añadiendo que no tiene ganas de ofrecer más dec larac iones sobre el tema:
“Porque luego los periodistas igualmente pondréis lo que querréis”. Sin embargo, al ser informada de que este reportaje sería publicado, decide dar su versión de los hechos, que naturalmente difiere mucho de las acusaciones de estafa o de secta:

“¿Qué es una secta?”, pregunta. “¿Un partido político es una secta? ¿Lo es una religión?”. Pero sí es cierto que las células utilizan métodos muy parecidos de captación… “A nadie se le obliga a entrar: todo el mundo es libre de irse cuando quiera y quien se queda es porque está a gusto, porque representa un cambio de vibración a muchos niveles. Hay que vivir la experiencia para entenderla sino, no se puede opinar”, apela.  Esa es, como en el caso de todas las sectas, su gran baza de defensa: que nadie entra obligado ni se le pone una pistola en el pecho para que entregue su dinero: “Si yo te doy 10.000 E es porque creo en las personas”, dice. “Y si no los recupero, es problema mío. La miseria o la abundancia no son un problema de dinero, el dinero no es lo importante en la vida: es el amor, la confianza, el perder el miedo. Estamos atrapados por el dinero”. Entonces, ¿por qué se obliga a dar 10.000 E a los que quieren entrar en estas células? El mensaje de fraternidad y amor está muy bien pero, ¿por qué no puede llevarse a cabo esa actividad sin dinero de por medio? Gascón se queda en silencio varios segundos… “Pues precisamente por eso: para ganar confianza, la de los demás y en ti mismo. Para que puedas decir: ‘sí, soy capaz de hacerlo’. Es demostrar que el dinero no es importante para ti para ganarte la confianza del resto de miembros. Para recibir, primero hay que sembrar ”. ¿ Y esa ‘siembra’ no puede entenderse como una evasión a Hacienda?

De hecho, uno de los alicientes que venden los que pretenden captar nuevos miembros para sus células es que con este método se consigue hacer crecer el dinero sin pagar impuestos ni intereses bancarios… “Esto no es ninguna organización ni ninguna mafia”, sostiene Gascón. “Es una herramienta de solidaridad ante el actual sistema económico tan deshumanizado”. ¿Pero se declara a Hacienda o no? “Yo entiendo que cada uno declarará lo que tenga que declarar”. ¿En concepto de qué? “De donaciones o regalos”. Así no les pueden pillar… “Claro que no nos pueden pillar”, responde convencida. Pero aunque no los pillen, ¿no tiene la sensación de que están estafando a los que tarde o temprano se quedarán sin cobrar? “Yo no lo veo así”, se limita a decir. ¿Entonces cómo lo ve? “Como un sistema para perder el miedo y recobrar la confianza , aprendiendo a compartir y a ayudar a los demás”. Es decir, ¿utilizan un lenguaje de altruismo para que quien done su dinero no denuncie si no lo recupera?
“Es que no hay nada que denunciar: es como si yo te hago un regalo a ti. ¿Qué voy a denunciar? ¿Qué te he hecho un regalo? ¿Dónde está la secta? Es sólo una forma de economía solidaria”. Solidaria con los que cobran. Porque si esto crece, por pura estadística, habrá más de la mitad de los que han metido dinero en las células que no lo van a recuperar… “Es que ese es un planteamiento equivocado. Si yo doy no espero recibir nada a cambio. Se trata de darse cuenta de que no se necesita el dinero para ser feliz, sino el corazón, que es lo que nos da vida”. Ya, pero no me negará que el pr inc ipal mot ivo que mueve a la gente a introducirse en estas células es el de enriquecerse rápidamente  recuperan lo que han invertido multiplicado por siete. “Quien piensa así no tiene cabida en las cé lulas”, asegura.

Pues así pensaban justamente una gran mayoría de los chilenos que han convertido estas células en un problema de alcance nacional. Allí el problema de gente que no cobra se ha disparado en pocos meses porque muchos se han lanzado a crear células a mansalva con el fin de enriquecerse rápido. “Pero es que esa no es la finalidad de las células. Yo  tengo proyecto de vida en Chile”. ¿De vida? “Claro. Creamos riqueza para gente que no la tiene, y además hemos hecho centros”. ¿Qué tipo de centros? “Escuelas”. ¿Escuelas normales, para niños? “No, no: escuelas para enseñar a curar con las manos, que es lo que yo hago. Y también hemos c ons t ruido c ent r o s en Sene gal y otros países”. Así pues, ¿me está diciendo que monta células para ganar dinero con el que después monta centros donde se imparten curas de las que usted practica? “Clar o . Es como una ONG”, dice. “Es un acto de solidaridad que se ha hecho gracias a la ayuda de todos. Así volvemos al corazón para curarnos”.
Por el momento, en pocos meses se han organizado en Internet numerosos foros y blogs alertando sobre la actividad de
estas células (uno de los más activos de los cuales es http://celulasabundancia.blogspot.com).

Mientras que paralelamente fuentes de los Mossos d’Esquadra de Barcelona confirman que siguen al tanto de las actividades de estos grupos y se mantienen alerta “para pillarlos cuando
cometan un error”. Ya que actuando de esta forma, los Mossos sólo podrían iniciar una investigación si se pusieran denuncias contra la actividad de las células, como ha ocurrido en Suiza, donde ya han sido intervenidas judicialmente. Pero por el momento no existen denuncias físicas, excepto la de alguna familia que ha recurrido al centro AIS. Además del hecho de que en su mayor parte, los implicados piden que se unan a las células a familiares y amigos, y naturalmente eso evita que sean denunciados. Así pues, , mientras no existan denuncias, los Mossos no pueden más que esperar a tener indicios suficientes para poder actuar de oficio. Pero tal y como mantienen dichas fuentes: “Sólo es cuestión de tiempo”

De la O.B.C. al «pericardio libre»

En eso se basa el discurso paramédico de Montserrat Gascón: en lo que denomina la Osteopatía Bioenergética Celular (OBC), un sistema que sirve para “liberar la vida”, según afirma ella misma en una de las diversas webs que tiene en Internet para difundir su mensaje. Un mensaje
mezcla de fe, dialéctica new age y una pátina médica (es titulada en enfermería). En este caso hablamos de la web www.vivalavida.org, pero podemos encontrar ese mismo mensaje en otras como www.lasalutescosateva.com. Allí, diversos profesionales del mismo ámbito (entre los que hay desde psicólogos a “médicos posturólogos”) y de diversas nacionalidades (básicamente españoles, franceses y suizos, países
de donde proceden las células) apoyan la teoría del pericardio libre. Teoría basada en que el pericardio (la piel que envuelve el corazón) es el centro de nuestra salud. Tanto como que no cuidar de él puede comportarnos una lista con decenas de dolencias, que van desde las convulsiones epilépticas hasta “las ganas de morirse”, pasando por problemas inmunitarios o incluso auditivos. Una teoría evidentemente falsa que visten de verdad médico-científica y que según su discurso sólo puede tratarse con la OBC. Unas curas que se realizan en reuniones llevadas a cabo en los centros que Gascón reconoce que abren en diversos países para practicar esas “curas con las manos”. Allí organizan las llamadas “fiestas del pericardio libre” y cursos de “iniciación a la OBC”, además de otros cursos y talleres “vivenciales” sobre la “reorganización neurofuncional” o las “constelaciones familiares”.